¿Qué es una EIRL?
Una EIRL o empresa individual de responsabilidad limitada es una figura nacida el año 2003 y creada por la ley 19.857. Diseñada con la finalidad de estimular el emprendimiento, su principal utilidad es limitar la responsabilidad de los micro, pequeños y medianos empresarios individuales a los montos de sus aportes.
Si bien la regla general es que todas las personas pueden realizar válidamente actividades comerciales y profesionales en Chile mediante el cumplimiento de las obligaciones de dar aviso de inicio de actividades al Servicio de Impuestos Internos, de obtener patente municipal, y de cumplir, en caso de ser procedente, con ciertos permisos especiales; esta situación es claramente riesgosa para los emprendedores.
¿De qué trata este riesgo?
Cuando una actividad económica, comercial o profesional, es realizada en las condiciones anteriores, esto es, como persona natural, tanto los bienes como las obligaciones que se crean en el contexto del emprendimiento se mezclan irremediablemente con los del ámbito personal.
Imaginemos a Juan, un emprendedor que hace un par de meses inició una actividad económica. Para la realización de su negocio Juan adquirió un escritorio y un computador, los que automáticamente se unieron a su casa, auto y televisor, que previamente poseía para su uso particular, como bienes personales.
El riesgo del que hablábamos anteriormente viene dado por el hecho de que si Juan tuviese algún problema económico, sea por deudas personales o de la empresa, los acreedores podrían solicitar el pago de estas sobre todos sus bienes, independiente de donde provengan, cuando hayan sido adquiridos o cual fuese su uso.
¿Cuál es la utilidad de una EIRL entonces?
Una EIRL es sumamente útil para los emprendedores individuales, pues otorga un importante grado de seguridad en el desarrollo del negocio. Esto es así ya que mediante una EIRL, además de crearse una persona jurídica distinta del empresario que la forma, permite que aquél limite su responsabilidad personal hasta el monto de su aporte.
¿Qué significa esto?
Volvamos a Juan. Si Juan hubiese creado una EIRL, sus bienes personales no se mezclarían con los bienes de su empresa. Existirían así dos patrimonios distintos, el de Juan como persona y el de Juan como empresa. Si la empresa de Juan tuviese problemas económicos sus acreedores sólo podrían pagarse con sus bienes personales (casa, auto y televisor), por un monto equivalente al que este hubiere aportado a la empresa. En otros términos, si Juan hubiese aportado $300.000.- y la deuda de la empresa correspondiese a $500.000.- los acreedores primero deberán solicitar el pago sobre los bienes de la empresa (el escritorio y el computador) y sólo en caso de que falte, sobre sus bienes personales, limitado en todo caso, a un máximo de $300.000.-, monto que este aportó a la empresa.
Como verás, una EIRL es de gran utilidad para el ejercicio de una actividad emprendedora segura, ya sea esta comercial o profesional.
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¿Y qué pasa respecto de otros tipos de figuras (personas) jurídicas?
La ley chilena considera la existencia de varias clases adicionales de personas jurídicas distintas a la EIRL, entre las que se cuentan la sociedad de responsabilidad limitada (LTDA), la sociedad anómina (SA) y la sociedad por acciones (SpA).
Estas se caracterizan, salvo el caso de la sociedad por acciones, en que requieren más de un socio para su creación.
La sociedad por acciones, como se mencionó, si bien permite que sólo un socio las constituya, tiene como contra ser demasiado compleja para la mayoría de los emprendimientos, lo cual la hace recomendable sólo para casos concretos.
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Para resumir entonces, ¿qué es una EIRL?
Una EIRL es una figura jurídica de gran utilidad para cualquier emprendedor pues permite:
- Separar tu patrimonio personal del de tu empresa, es decir, nadie tocará lo que tuyo. Mayor seguridad para ti y para tu familia.
- Ser el único titular de tu empresa, a diferencia de la sociedad de responsabilidad limitada y la sociedad anónima que requieren que exista más de un socio para crearlas, esto deriva en propiedad exclusiva, es decir, la empresa tendrá un sólo dueño, tú.
- Desarrollar una actividad comercial de manera sencilla, sin complejas estructuras como la sociedad por acciones.
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